Este tipo de bombas dosificadoras inyecta una cantidad de producto químico en función de la programación previa realizada. Tienen unos sensores que miden los parámetros en cuestión y según los datos introducidos mantienen los valores deseados.
En el caso de las piscinas privadas son necesarias cuando existe un equipo de electrolisis, ya que el nivel de PH varía y la intervención de estas consigue mantener el rendimiento óptimo del cloro producido.
En las piscinas públicas es obligatorio la instalación de estas bombas dosificadoras, ya que es la única forma de mantener los parámetros del agua en unos valores constante, cosa imposible de conseguir con un tratamiento manual.